#Paliativos #Jalisco #Enfermedad
La carita de dolor y miedo en los niños que entran por primera vez a la Unidad de Cuidados Paliativos y Tratamiento del Dolor parte el corazón. Pero gracias a las instalaciones, que están más cerca de parecer una sala de juegos que un hospital, los pequeños muestran una sonrisa y brillo en sus ojos. Sí: sin importar que haya médicos que se vean obligados a inyectarlos, ponerles suero, o bien, que deban estar en una camilla.